Excelencia e ilusión en clave deportiva
Esta dualidad surge porque el deporte moderno es un circo de dos pistas: por un lado la acción puramente deportiva y por otro la dramatización, la puesta en escena del fenómeno deportivo como un melodrama en el que se enfrentan la virtud (nosotros) y el vicio (ustedes).
El deporte moderno también exige la incorporación al espectáculo de un elemento amoral y oportunista, como si la visión tradicional de un campeón sin tacha ya no fuera suficiente para complacer a una afición multitudinaria.
Suponemos que este enfrentamiento es lo que persuadió a la reina Isabel II de tocar el tema en su mensaje de Navidad, enfatizando el valor tradicional del deporte como instrumento para generar espíritu de equipo, construir comunidades, generar armonía y unir a las personas de diferentes orígenes.
Es natural que la reina comparta este enfoque, pero hasta en la época del Barón de Coubertin, el "padre fundador" del movimiento olímpico, el deporte ya tenía su yin y su yang, esas fuerzas aparentemente opuestas pero complementarias.
El deporte como espectáculo tiene, naturalmente, ingredientes melodramáticos muy similares a los de una telenovela.
La rivalidad entre Nadal y Roger Federer merece un lugar de honor en la historia deportiva, tanto por su calidad estrictamente deportiva como la dignidad y entereza moral de los protagonistas, pero ya no llama mucho la atención.
Es evidente que el español y el suizo se aprecian y respetan mutuamente, algo admirable pero poco espectacular.
El DT como protagonista
La trayectoria reciente de cuatro o cinco entrenadores de primera fila confirma que la capacidad técnica ya no basta para asegurar respeto y consideración.
Los más exitosos, los más aplaudidos, son seguramente José Mourinho y Pep Guardiola, los DT del Real Madrid y Barcelona.
Ojo, que no decimos los mejores, sino los más aplaudidos... que para muchos es más o menos lo mismo.
Ambos encabezan la Liga y se necesitaría un cataclismo para hacer peligrar su posición como los machos alfa de sus respectivos ámbitos.
Pero en úٲDZ una mala racha puede ser un cataclismo.
En la Premier League están de capa caída Carlo Ancelotti, del Chelsea; Gérard Houllier, del Aston Villa; Roy Hogdson, del Liverpool...
A todos ellos una mala racha les ha cambiado: de ganadores, respetados por todos, han pasado a ser perdedores... y nadie quiere a un perdedor.
El caso de Ancelotti
A veces la mala hora de uno auxilia a un colega en la misma situación, como es el caso de Ancelotti y Houllier.
Ayer, Chelsea y Aston Villa empataron 3-3, lo cual sugiere un partido mal jugado por ambos equipos. Chelsea, que perdía 2-1 faltando seis minutos, empató y pasó a ganar, pero encajó un gol ridículo en tiempo adicional.
Ancelotti fue el gran triunfador durante su primera temporada en el úٲDZ inglés, pero ahora no sabe a qué santo encomendarse.
El italiano cultiva un estilo de modestia, sin jactancias, que es poco frecuente en el úٲDZ moderno. Este tipo de técnicos suele ser un buen piloto de tormentas, pero en esta ocasión la serenidad de Ancelotti empieza a parecer debilidad.
Acostumbrado a la interferencia de los propietarios (¡uno de sus patrones fue Silvio Berlusconi!), Ancelotti se tragó la pérdida de varios jugadores importantes y de su colaborador inglés más influyente, el que entrenaba al primer equipo, así como de una DZíپ de austeridad que le impidió reforzarse.
Hasta se debe aguantar algunos comentarios de dudoso gusto, como el de un columnista del Times, que a propósito de su situación citó el consejo de Jerry Hall, ex esposa de Mick Jagger, para la felicidad matrimonial: "Debes ser sirvienta en la antesala, cocinera en la cocina y puta en el dormitorio".
El periodista no necesitó recordar que ese matrimonio terminó en divorcio.
Lo cierto es que el Chelsea se ha despeñado en las últimas semanas, y si bien Roman Abramovich fue el primer responsable, su estilo de conducción no admite la culpa del propietario, solamente la responsabilidad de los empleados.
El nuevo Mourinho
¿Pero a quién llamar? A Mourinho ya lo echó hace unos años; Guardiola es tan celoso de su independencia que no quiere firmar contratos por más de un año; Benítez... bueno, es Benítez.
Queda André Villas Boas, el "nuevo Mourinho".
Viejo conocido en Stanford Bridge, Villas Boas fue ayudante de Mourinho durante siete años y su campaña como entrenador del Oporto es sensacional... sugiriendo una trayectoria que muchos creen similar a la de Mou.
Villas Boas es portugués (la nacionalidad "aconsejable" ahora, en un mundo donde el mimetismo es determinante), elocuente, políglota. ¿Qué más necesita?
A fin de cuentas, el espectáculo se nutre de ilusiones, de perseguir quimeras.
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Estimado Lalo:
Haces bien en destacar la caballerosidad de Nadal y Federer, dos ejemplos dignos de imitacion. Empero, la realidad es desoladora, la deportividad en estos tiempos es pura retorica, como bien sugieres, el espectaculo ya no lo da la virtud de los valores deportivos, sino mas bien el siempre remunerativo recurso del escándalo. ¿A quien le importa que Nadal o Federer sigan siendo grandes amigos aunque rivales?, ¿a quien no le interesa que C. Ronaldo haya terminado con su novia y ya esté acompañado de otra? Como la vida misma, el morbo sensacionalista de la sociedad se ha trasladado al mundo deportivo.
Con respecto al papel cada vez mas protagonico de los entrenadores actuales, puede ser un arma de doble filo. Los elogios llegan segun los exitos deportivos, pero si los resultados no acompañan la caida puede ser inmediata, estrepitosa y humillante. Es ilustrativo el caso del Chelsea, un equipo arrollador la temporada pasada, pero inexplicablemente irregular esta gestion.¿Sera que la salida de un defensa eficiente como Carvalho haya provocado un cataclismo en la zaga 'blue', o es sólo cuestion de desmotivacion del plantel?
El futbol no sólo se alimenta de quimeras, tambien de trabajo, paciente y silencioso como es el caso de Alex Fergusson en el United. ¿Pero a quien le importa las excepciones?
Esa lista de entrenadores Top está mal: desde luego a Ancelotti o a Mourinho, a Benitez o Ferguson les puede ir bien o mal, pueden triunfar o perder, pero han demostrado todos lo que valen. Ejemplo de ello Capello y la triste actuación de Inglaterra en el mundial: eso fue un desastre, pero ¿quién duda de Capello? O eso o no sabes de úٲDZ o te crees la opinión de la manada babeante por lo que se llama el úٲDZ tiki taka, la más aburrida invención que conozco. Ahora bien, la lista está mal, digo, porque no entiendo que hace allí Guardiola: que yo sepa aparte del Barça, la nandrolona, los fallos esperpénticos (eso de que el "hecho no subsiste" del juez italiano es de risa homérica), y las trampas, no le conozco más: cuando Guardiola se vaya al Chelsea y gane la Premier, hablaremos de un gran entrenador y lo alabaremos y mereceá contarse en el grupo de Ferguson; hasta entonces lo que dijo Ibrahimovic parece lo correcto: con ese equipo, con ese Xavi e Iniesta, con esa cantera trabajada por años y los millones invertidos, hasta el tuerto es rey.
Estimados Jose y Juan Carlos,
-El Chelsea, ademas de un problema de motivacion y perdida de confianza, lleva la carga de la baja forma de Anelka y Drogba, asi como el envejecimiento de Terry, la partida de Carvalho y otros jugadores que podian aportar, sacrificados en aras de la reduccion del deficit. Curiosamente, el Manchester U, cuyo plantel tiene problemas parecidos (irregularidad de Berbatov, ausencia en mas de un sentido de Rooney, vejez de otros puntales, etc) se ha visto beneficiado con la gran forma del mexicano Hernandez, que ayer volvio a marcar y se ha convertido en talisman para Ferguson.
-Yo no mido calidades de entrenadores, no me considero capacitado para eso, entre otras cosas porque el verdadero valor de un tecnico, su trabajo, no es visible desde el exterior. Prefiero hablar de "primera fila", o de los mas exitosos, los mas aplaudidos. Creo que eso esta claro en el texto, Juan Carlos. De todos modos, sospecho que Guardiola no es tan malo como tu lo pintas.
Cordialmente, RFB
Como siempre, es una delicia leer vuestro blog. Las controversias o melodramas en el deporte de hoy en día, aunque incomodas, me parecen casi imprescindibles, por que de alguna forma enfatizan el nivel de identificación de la afición con sus ídolos deportivos. Es decir, si mi jugador favorito (o entrenador) tiene problemas y no solo una vida de fiestas, fama y belleza, se torna más humano y por ende alcanzable. Lo malo, es cuando esos melodramas interfieren en lo que ocurre en la cancha, allí debería primar el talento, el esfuerzo, las ansias por ganar o por ser mejor frente a si mismo. Lamentablemente es eso lo que ha estado ocurriendo en los últimos años (como bien apuntas, siempre han existido estos dramas), las relaciones extramatrimoniales, el odio, el materialismo excesivo, los problemas financieros o el culto al “Yo”, parecen ser hilos tan fuertes que determinan la velocidad de una bate o la fuerza de una patada. Y no es que pretenda que se conviertan en robots cuya memoria o corazón se apaguen al entrar en el estadio y solo recuerden las jugadas aprendidas, pero por lo menos deberían procurar ser un poco más profesionales. Al fin y al cabo lo peor (o mejor, según a quien convenga) que trajo el siglo XX para el deporte, fue la profesionalización del mismo, o dicho de otra manera: se juega por ganar un sueldo y no por divertirse (aunque haya casos excepcionales, cada vez menos palpables), por lo que esas cifras gigantescas y desproporcionadas que ganan son una especie de indemnización para que soporten de manera más discreta sus bochinches (chismes). De modo que preferiría un salario estándar y que la fama fuera la indemnización, pero eso es una quimera, tal como terminas en tu escrito.
Estimado John,
Estoy de acuerdo contigo, las cosas estan llegando a tal extremo en el deporte moderno que el protagonista mas activo (o casi) es el espectador de buena fe, que le da un significado etico a todo el fenomeno. Cordialmente, RFB
Hacia dias que no pasaba por aqui pero comparto el criterio que actuamente a algunos les gustan mas los fuegos artificiales que el espectaculo que estos quieren anunciar y no es que los fuegos artificiales, si no muy ruidosos, esten mal.
Yo por mi parte sigo disfrutando del respeto entre Nadal y Fereder fuera de la cancha, pero me apasiona verlos en la misma, me gusta mas ver jugar a Messi que las puestas en escena de Mourinho y me gustaria mas ver una pelea entre Paquiao y Mayweather que todas las payaserias de este ultimo.
Debe ser que me estoy poniendo viejo.
Estimado Jesus,
Un combate Pacquiao vs Mayweather... es lo mas sabroso que puede ofrecer el boxeo actual, algo que podria gustar a jovenes y viejos. Pero el boxeo es un deporte en vias de extincion, o por lo menos de una marginalizacion que mucha gente no lamenta. RFB
El boxeo, mas alla de todos sus males -- que los tiene -- es un deporte que me gusta, me gusta mucho mas que otros "deportes" de combate tan de moda actualmente. Eso si nunca veria una pelea del boxeo femenino y no por machismo, sino porque no soporto ver dos mujeres dandose golpes.
En cuanto a una pelea Pacquiao vs Mayweather, no creo que se de, el ego de Mayweather no soportaria la humillacion de verse derrotado -- unicamente que el precio que le pagaran por la humillacion fuera muy, pero muy alto -- y de que perderia no me cabe la menor duda.
Un saludo afectuoso.