La vigencia de los veteranos
No hubo grandes consagraciones durante 2008 en el úٲDZ latinoamericano. Siguen apareciendo jóvenes dotados, claro, pero ninguno da todavía la talla.
Los periodistas que votaron en la tradicional encuesta del diario uruguayo El País optaron por dos veteranos en el ocaso y, acompañándolos en tercer lugar, el mejor futbolista del año anterior.
Juan Sebastián Verón, club Estudiantes, 33 años; Juan Román Riquelme, club Boca Juniors, 30 años; Salvador Cabañas, club América, 28 años.
A los dos "repatriados" del úٲDZ europeo que encabezan la lista podemos agregar otro, en cuarto lugar según la votación: Andrés D'Alessandro, 27 años, del club Internacional de Porto Alegre.
Verón es un veterano cuya trayectoria europea, de muchos altibajos, incluye Sampdoria, Parma, Lazio, Manchester United, Chelsea e Internazionale de Milán.
Su estancia en el Inter pudo prolongarse, como ha sido el caso de otros veteranos, pero él decidió regresar a su antiguo club, el Estudiantes, rechazando ofertas más "atractivas" de River Plate y Boca Juniors.
Riquelme pasó sin dejar huellas por el Barcelona y luego deslumbró en el Villarreal, pero su indisciplina profesional terminó apartándolo del equipo.
Cabañas, todavía en su plenitud, jugó en el Audax Italiano de Chile antes de recalar en el úٲDZ mexicano. Es una de las figuras determinantes en el seleccionado paraguayo que encabeza cómodamente la clasificación para el mundial de Sudáfrica 2010.
En contraste, los tres jugadores más votados por los periodistas y corresponsales de la revista francesa France Football son muy jóvenes.
Cristiano Ronaldo, 23 años; Lionel Messi, 21 años, Fernando Torres, 24 años. Ningún signo de "voto de resignación" en esta lista.
Esta situación se debe, claro, a razones económicas: en América Latina, sólo el úٲDZ mexicano está en condiciones de pagar buenos salarios.
Los tres argentinos "repatriados" siempre tuvieron dificultades de adaptación en el úٲDZ europeo. De no haber sido así, se habrían quedado allí hasta agotar su vida profesional, gozando de salarios muy superiores a los que ganan ahora en sus clubes latinoamericanos.
Esta es una de las razones de su vigencia: no están agotados y conservan chispazos de su clase.
Al mismo tiempo, los jugadores latinoamericanos más jóvenes emigran a Europa cuando todavía están en pañales futbolísticos.
Esta tendencia se acelerará, porque muchos clubes europeos, desesperados por refuerzos baratos, se arriesgarán con chicos cada vez más jóvenes.
En Londres se dice que el Arsenal estaría a punto de asegurarse la contratación de Wellington Alves de Silva, del Fluminense, de 16 años.
A Wellington no le faltarán las ofertas, a veces en violación de las normas de la Fifa sobre contrataciones y transferencias internacionales.
Todos han tomado nota de que los jóvenes de las canteras más ricas del úٲDZ mundial suelen estar a la altura de sus promesas iniciales, a diferencia de lo que ocurre con futbolistas de otros mercados.
Sergio Kun Agüero, por ejemplo, debutó en primera división de Independiente a los 15 años y 35 días de edad (7 de julio 2003). Las vacilaciones de los interesados determinaron que el Atlético de Madrid pagara 20 millones de euros tres años después para asegurarse su ficha.
La calidad de Agüero siempre fue evidente, lo mismo que la de Alexander Pato, el brasileño que el AC Milan compró en 2007, cuando aún tenía 17 años. El club pagó 22 millones de euros al Internacional de Porto Alegre.
Esta situación determina que los campeonatos latinoamericanos, con la excepción del mexicano, sacrifiquen a sus mejores jugadores en plenitud y también, en forma cada vez más evidente, sus promesas jóvenes también.
El caso más notable ha sido el de Lionel Messi, a quien su padre llevó a Barcelona directamente, muy joven, al margen del proceso natural de transferencias.
ComentariosAñada su comentario
Lalo, no seas tan cortes. Lo cierto es que, mas que "altibajos", Veron cayo en mas de un abismo, especialmente en Inglaterra, donde fue negociado por muchos millones y rindio muy poco, primero en el Man U y luego en el Chelsea. El ritmo italiano (o la paciencia de los dirigentes de alli) fue mas amable, pero lo que realmente llama la atencion de Veron es que jugaba un partido como los angeles y dos o tres defraudaba. En cuanto a Riquelme, nunca fue un verdadero profesional. El juega para el, y no siempre tiene ganas. Mejor no hablar de D'Alessandro, que se peleo con todos sus companeros en varios clubes europeos. Los brasilenos, que lo tienen ahora, deben ser muy pacientes.
Estimado Segurola,
La intención del blog era destacar la vigencia de dos veteranos, de 33 y 30 años respectivamente. Los “altibajos” y la “indisciplina” son verdades de a puño, pero de interés relativo en el marco de la encuesta de El País. De eso hemos hablado anteriormente en este blog y en la columna que lo precedió, La Vida es Juego. Muchos otros deportistas profesionales tienen antecedentes “negativos” similares, pero raramente se habla de ellos al tocar su actividad actual. En el caso de Verón y Riquelme, esta “buena memoria” es, tal vez, un homenaje a la importancia de los personajes. Cordialmente.
Hace bastante tiempo que trato de determinar por qué los diarios se refieren a los clubes de úٲDZ anteponiendo el artículo masculino “el”. nada más alejadod e las reglas de escritura en español que decir “el” Barcelona, “el” Estudiantes. Además de incorrecto, es estéticamente inadmisible. Ruego que 鶹ҳ, de trayectoria y seriedad incomparables, se abstenga de ahora en más de continuar cometiendo ese grosero error. Gracias
Respetuosamente, Facundo, no entiendo qué objetas en el uso de "el" en estos casos. El artículo antes del nombre elimina la confusión con la ciudad, en el caso de Barcelona, por ejemplo. Medios muy serios, muy bien escritos, con manuales de estilo preparados por expertos, contemplan este uso, con el artículo en masculino, porque las instituciones son "clubes". Una excepción es "la" Real Sociedad, que impone el artículo femenino porque el nombre del club es obviamente femenino. Nuestro manual de estilo nos pide el uso de "el" antes del nombre de un club, y seguiremos respetándolo. Cordialmente,
Lalo