Un héroe británico en el país de Asterix
La bulla se debe a que este es el primer triunfo del ciclismo británico en el tour, a pocos días de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres, algo que se toma como un augurio, una señal, un acertijo del oráculo de Kilburn.
Kilburn siendo un barrio de Londres, también conocido como Onfalion, u ombligo del mundo, donde se crió Wiggins y... bueno, basta con la broma.
El espíritu olímpico da para los excesos patrióticos, pero en este caso el orgullo está justificado, porque el ciclismo de tour no figura (o no figuraba hasta hace unos días) en el ADN del deportista británico.
Ojo, que hablamos del tour, del giro, de la vuelta, de ese tipo de ciclismo, porque los ciclistas británicos, hombres y mujeres, hace algún tiempo que se hacen valer en otras especialidades, con títulos olímpicos y mundiales.
Es evidente que el deporte británico está en alza: ¡si hasta colocaron un finalista en Wimbledon, hace unos días! Uno de estos años... en fin.
Los británicos
Y ahora un inglés gana el Tour, corriendo para un equipo británico, el Sky, con un organizador/patrón galés y compañeros británicos, entre ellos Mark Cavendish, ganador de tres etapas, y Christopher Froome, de quien muchos creen que puede ser un futuro campeón del tour y otras vueltas similares.
(El pedante moderador que todo periodista tiene como álter ego nos corrige: "Cuidado, hombre, que Froome no es británico de nacimiento sino de pasaporte; mira que nació en Kenia y se crió en Sudáfrica." Ejem, claro, pero el hombre es británico, como decíamos. ¿Acaso Wiggins no nació en Bélgica?)
La euforia de este descubrimiento nos hace recordar algunos excesos (también comprensibles) del orgullo español, reflejado recientemente en una forma de presentarse ante un extraño, "Hola, soy español. ¿A qué quieres que te gane?"
Los Juegos
Los británicos ya han mostrado un buen desempeño en el ciclismo de pista.
Si Wiggins y Cavendish no se exceden en los festejos, llegarán en buena forma a la prueba de ruta, el sábado próximo, y a los "time-trials" del miércoles 4.
El problema es que Wiggins suele perder concentración después de sus triunfos, aunque el estímulo de los juegos puede servirle de acicate.
Los ingleses se frotan las manos y casi casi dan por sentado que Wiggins ganará nuevamente el tour y también alguna otra vuelta de las grandes, como la italiana y la española. El entusiasmo los hace creer en un campeón perdurable.
Esto habrá que verlo, por supuesto.
Perspectiva española
Muchos creen que Christopher Froome puede ser un futuro campeón del tour y otras vueltas similares.
También dicen que el diseño de este tour favoreció las condiciones de Wiggins, con énfasis en contra-reloj, así como etapas de montaña que resultaron fáciles, ante la carencia de ataques realmente agresivos y eficaces de los adversarios.
El ciclista español Pedro Horrillo, que contribuye excelentes columnas para El País, destacó la fortaleza de Froome, a quien atribuye una gran importancia en la victoria de Wiggins, y en particular el papel de "un hombre al que no hemos visto en el podio, pero que es el verdadero demiurgo de toda esta revolución.
Se llama Dave Brailsford, que ya revolucionó la escuela de pista británica llevándola a un espectacular dominio de la especialidad; y que ahora, como mánager del Team Sky, ha conseguido hacer historia."
Brailsford es un galés (ejem, galés nacido en Inglaterra, nos dice el pedante) que seguirá trabajando en los juegos, ya que es el director de rendimiento del equipo británico.
El olfato de Horrillo le atribuye gran parte del mérito de todo esto.
Y la angustia francesa
Bernard Hinault, el francés cinco veces ganador del Tour, observa la premiación de Wiggins.
Lo cierto es que el último francés en ganar el Tour fue Bernard Hinault, en 1985: desde entonces, con Asterix y Obelix retirados, ha sido sequía absoluta, con ganadores de varios países, en particular de España y Estados Unidos, y en los últimos dos años el australiano Cadel Evans y el británico Wiggins.
Y fíjense que nos hemos arreglado para completar un artículo sobre el Tour de Francia sin hablar de dopaje y de Lance Armstrong, ni de Alberto Contador y los solomillos, ni de... ¡oops!
Así, "oops", o "whoops", dicen los ingleses cuando meten la pata.
ComentariosAñada su comentario
Yo sí me imagino la batahola, mi querido don Lalo : Durante cuadro décadas el ciclismo fue una suerte de religión nacional en Colombia. Hombres como " Cochise" Rodriguez, Rafael Niño, Lucho Herrera y Fabio Parra hicieron lo suyo en las carreteras europeas. Luego ,vino algo parecido a lo acontecido con el úٲDZ : Apenas surge una nueva figura es enrolada con carácter de gregario en los grandes equipos europeos. De esa manera, la Vuelta a Colombia, que una vez tuvo tintes de carnaval, quedó reducida a un evento de condición menor.
Así que puedo conjeturar: Con un orgullo nacional herido por el pobre nivel de la selección de úٲDZ, los ingleses pueden encontrar un revulsivo en este buen ciclista, a quien vi en varias etapas del Tour a través de la televisión.
Estimado Gustavo,
El esfuerzo individual es necesario pero insuficiente en un deporte como el ciclismo de ruta. Los colombianos han pagado muy caro la falta de organización y la dispersión de energías. Los británicos, en cambio, han invertido mucho dinero y esfuerzo en un planteo colectivo, bien organizado.
Con dopaje o sin dopaje, me parece de locos el ciclismo de etapas, no le hallo explicación a tanto sacrificio personal, recorrer cada día distancias enormes, doblado sobre el lomo de una bicicleta, padeciendo infinitos dolores de espalda, y esforzar las piernas hasta el agotamiento y para que un solo individuo se lleve la gloria. Pedalear y pedalear como zombis para el líder de la manada, y de paso jugarse la vida en la carretera, ¿tiene sentido entrenar duro todo el año, contra la intemperie, a riesgo de ser atropellado en cualquier momento? Es cierto, algunos ganan mucho dinero, pero ¿y el resto que tiene que conformarse con “buenos” sueldos que no alcanzarán para la vejez? El futbol profesional comparado con esto, es un paseo, y todavía hay gente que se queja de los “duros” entrenamientos. Mis respetos para estos atletas, aunque los continuos áԻ岹Dz de dopaje le resten brillo a la competencia.
Dos citas de Jesse Owens para José,
-Una vida de entrenamiento para tan sólo 10 segundos…
-Es cierto que no me invitaron a estrecharle la mano a Hitler, pero tampoco me invitaron a la Casa Blanca para estrecharle la mano al presidente…