Una trampa Real
El diario The News of the World acusa a Sarah Ferguson de tráfico de influencias, luego de que un periodista encubierto que trabajaba para el diario sensacionalista británico grabara a la duquesa de York supuestamente poniendo a la venta el contacto con su ex esposo el príncipe Andrés por 500.000 libras esterlinas (casi US$750.000).
, la duquesa, más conocida como Fergie, parece aceptar US$40.000 en efectivo y se la cita diciendo: "Tú cuida de mí y él cuidará de ti".
El príncipe Andrés, que negó tener conocimiento del encuentro, es el cuarto en la sucesión al trono británico y desde 2001 ha sido el representante especial del Reino Unido para Comercio Internacional e Inversiones.
Pero lo que parece haber causado mayor indignación entre muchos británicos no ha sido la actuación de la duquesa, sino más bien el engaño del que se valieron tanto el periodista como el periódico.
La ética central del periodismo es que se informe sobre lo que existe, basándose en lo que ve, escucha y observa el reportero.
Se considera poco ético intervenir en una historia o cambiar los acontecimientos mediante su participación. Cuando los periodistas andan encubiertos, pretendiendo ser lo que no son, es posible que se cruce esta la línea.
Aquí, en la 鶹ҳ cualquier grabación en secreto tiene que ser aprobada al más alto nivel y nuestra guía editorial establece que la técnica se utilice sólo en casos específicos:
Y la 鶹ҳ lo ha hecho. El año pasado, por ejemplo, examinóen los campamentos de entrenamiento. Todo, a través de un periodista encubierto.
En este caso, un maestro de escuela fue reclutado por la 鶹ҳ para unirse al ejército como soldado en ejercicio. Durante seis meses documentó la atmósfera y la violencia contra los nuevos reclutas. No intervino en los acontecimientos, pero sí trató de indagar sobre lo que pasaba entre sus compañeros.
En el caso del News of the World el reportero sí era protagonista en la historia -haciéndose pasar por un hombre de negocios que ofrecía dinero a la duquesa.
Lo que hizo fue tenderle una trampa y la pregunta es si los periodistas deberían valerse del engaño para recopilar información.
El periódico sostiene que Sarah Ferguson había hecho algo parecido en el pasado y que lo único que buscaban era mostrar que el acceso al príncipe Andrés podría ser comprado a través de su ex esposa. Una información que el diario considera de interés público.
Los críticos dicen que es periodismo flojo y una forma barata de aumentar la venta de periódicos en una época en que los ingresos por la distribución están cayendo.
Lo cierto es que la gente sí leyó la historia y que los otros medios se hicieron eco de la información. Así que díganme ustedes: ¿comportamiento desagradable de ambas partes o información genuina y de interés público?
ComentariosAñada su comentario
Una pesona honesta lo es en toda circunstancia. La duquesa de York ha demostrado todo lo contrario. Ademàs, se dice que se venìa ya rumoereando las actividades ilìcitas de la duquesa. ¿De què otra manera de podìa cogerla con las manos en la masa? Ademàs, la propia Ferguson pidò se firmàse un contrato de confidencialidad del negociado.
Los argumentos ahora desplegados para defender lo indefendible me parecen la de tinterillo.
Más allá de la forma en que se obtuvo la información, es bueno que ciertos personajes sean puestos en evidencia por la prensa. Recuerdo que hace unos años se habló de la presunta conducta corrupta del marido de la Sra Tatcher en relación a las Islas Malvinas, pero según tengo entendido, nada pudo probarse. Sin embargo, quedó esa imágen oscura de ese señor y de su odiosa cónyuge.
Eso aquí en México no es novedad. El periodismo en general se encarga de exacerbar pequeñas situaciones hasta convertirlas en escándalo público muchas veces malintencionado, sobre todo con las personas públicas, ya sea del medio artístico o familiares de ellos. Qué tristeza ver los bajos recursos a los que acuden (algunos) periodistas alrededor del mundo para poder vender un poco más o bien, dar su nombre a conocer.
Lo censurable es la realizado por la Duquesa Ferguson. Es una simple tramitadora de cohechos. Dicho en otros términos, no merece pertenecer a la nobleza inglesa ni tener el título que corresponde a una actitud moral y ética, por lo menos en estos tiempos. Los periodistas hicieron lo que tenian que hacer: investigar, comprobar y publicar, desenmascarando a una delincuente. Es sensacionalista el diario porque publica lo que otros saben y callan, nada más y nada menos. Ahora, la ilustre dama se fue de rositas a Cannes, ese es su "arrepentimiento". R.
Me da una lástima por ella... La duquesa estaba jugando sucio y le han descubierto el pastel, como ella no conoce reglas no puede decir nada. Lo suyo es inmoralidad, y si tuviera verguenza se recluiría por el resto de su vida sin asomar la cara. Pero no tengo dudas que luego de la rabia inicial ya pronto estará vendiendo la historia de como la engañaron. Probó al menos unos tragos de su propia medicina, el vale todo con tal de ganar unas libras más