Crisis bancarias y otras cosas
En aquellos años los bancos regalaban tarjetas de crédito y repartían dinero sin ver a quién. Eran los tiempos fáciles, cuando uno terminaba hablando de millones como si hablara sobre el clima y tenía todo o casi todo.
La vida era más fácil. Muchos lograron tener cosas y casa y conocer lugares, muchos emprendieron negocios, muchos abrieron oficinas, muchos no pudieron pagar lo que les habían prestado. Los bancos fueron felices hasta que los banqueros se preocuparon porque se estaban quedando sin dinero y los que debían no tenían con qué.
Entonces vino la crisis.
El mercado se desplomó
Eso fue entonces. Ahora pasa lo mismo aunque sea de otro modo. Hay mucho dinero circulando en muchas partes, y eso crea una falsa sensación de riqueza y una verdadera necesidad de ganar más para prestar más para ganar más.
Creo que el reciente escándalo bancario que sacudió Gran Bretaña sirve como ejemplo.
Northern Rock es una institución británica de ahorro y de crédito que como otros invirtió fuertemente en el mercado de préstamos hipotecarios de alto riesgo, es decir a personas que no tienen con qué pagar. El mercado se desplomó primero en Estados Unidos.
En Gran Bretaña hubo colas de ahorradores que querían su dinero antes de que fuera muy tarde, porque lo único que se garantiza a quienes tienen ahorros es cien por ciento de los primeros cuatro mil dólares que tenga uno en un banco que quiebra. De ahí hasta sesenta mil dólares sólo se garantizaba noventa y algo por ciento. Y se perdía lo que uno tuviera más allá de esa suma, más el tiempo que se invirtiera llenando formularios y esperando el cheque en el correo.
En dos o tres días, los ahorradores de Northern Rock sacaron miles de millones de dólares (o de libras) de sus cuentas. Las acciones bancarias cayeron en la bolsa. Antes de que cundiera la desconfianza y se propagaran a otros bancos las colas de personas molestas que retiraban su dinero, intervinieron el gobierno y el Banco de Inglaterra.
El ministro del ramo y el gobernador del Banco de Inglaterra tuvieron que anunciar que todo el dinero que uno tuviera en Northern Rock estaba garantizado. Nadie perdería, pero todos se echan la culpa.
Les ganó la codicia
En el caso británico, que contrajo el mal de sus primos estadounidenses, a las instituciones financieras les ganó la codicia que perdió a tantos en la década de los setenta. Muchos directores de empresas y de bancos se atribuyeron este año fiscal bonos millonarios, escandalosos y obscenos, que ilustran el excesivo afán de riquezas.
El símil del banco no es exacto pero da bien la idea. Y el caso británico no es único.
si solamente las personas de más de cincuenta años tienen ahorros. Y se responde que sí, cuando menos en Gran Bretaña. En las colas que se formaron para sacar el dinero de Northern Rock había señoras y señores naturalmente serios y justamente preocupados por el dinero que reunieron durante toda su vida.
Son la excepción porque crecieron en otro tiempo. Una de cada tres personas que viven en esta isla no tiene ahorros. Los que pueden ahorran unos seiscientos dólares al mes en promedio; hace dos años ahorraban ochocientos. Los demás la van pasando como pueden.
Si uno va a prestar dinero
Nunca pensé que estaría de acuerdo con el nuevo ministro británico de Economía Alistair Darling, quien sin rubor les recomendó a los bancos y otras instituciones financieras practicar su oficio sin afanes de magia y con sentido común, como hacían sus antepasados.
Si uno va a prestar dinero quiere saber a quién se lo va a prestar, si gana suficiente dinero para pagar el préstamo, y qué ofrece en caso de que no pueda pagar, les dijo Darling. Si el negocio sale mal, el que prestó pierde, o gana lo que le dieron como garantía por el préstamo. Es tan claro que da tristeza explicarlo.
Lo que no puede uno explicar bien es la lógica del sector financiero, que rechaza con vigor cualquier concepto que implique la intervención del gobierno en sus actividades, pero la espera si algo sale mal. Y no puede uno dejar de pensar que cuando un gobierno hace lo mismo con la gente le llaman populista y le atribuyen lo que sea.
Qué hacer ahora
Me recomienda un editor que entreviste a tal o cual experto para hablar sobre lo que les pasó a los bancos británicos, y para que me diga qué riesgos corren las bancas latinoamericanas. Esta vez no es necesario. Uno sabe.
Uno ha vivido desengaños financieros como el de México en 1994, como los de Colombia y de Ecuador en 1999, como el de Brasil a finales de siglo, como el del argentino corralito de 2001, como el de Uruguay en 2002, como el de la República Dominicana en 2003, por citar algunos, porque hay naciones fatalmente destinadas a crisis perpetuas de las que no se hablará ahora.
No todas fueron provocadas por imprudencias bancarias, pero en casi todos los casos, los únicos que no perdieron fueron los banqueros. No los bancos sino los banqueros.
Uno, la gente, pierde lo que había podido juntar movido por la necesidad o el sueño sin más culpa que haber confiado. Crédito significa creo en latín, y por eso cuando se pierde el crédito en más de un sentido se pierde la confianza en más de un sentido.
Quienes manejaron el dinero ajeno con descuido, con irresponsabilidad, no sufren tanto como los demás en Gran Bretaña o en cualquier país de nuestra América. Los viejos ricos se convierten en nuevos ricos y viceversa. Eso sabemos. La cosa es qué hacer ahora.
El dinero no existe
Y quien se pregunte de dónde van a salir los veinte mil millones de dólares que el Banco de Inglaterra piensa prestar a las instituciones en problemas debe conformarse con esta respuesta.
El dinero no existe. El Banco de Inglaterra lo va a crear con el fin de prestarlo a los bancos y transferirlo electrónicamente a sus cuentas. Pero los bancos tienen que pagar los préstamos en tres meses, y entonces el dinero va a desaparecer otra vez. Fantástico.
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Felicidades por tu comentario. En el México de 1994, como siempre, la gente fue la que tuvo que pagar los errores de la banca, con intereses que llegaron por momentos al 120% convirtiendo las deudas en impagables. A algunos deudores mediante triquiñuelas los obligaron a firmar nuevos contratos hipotecarios que pertieron cobrar los intereses prohibidos en los contratos originales; conozco casos que hasta la fecha continuan pagando sus propiedades. Por fortuna me asocié al Barzón y me mantuve en una lucha contra el banco durante 6 años, que terminó cuando pagué una cantidad ridícula para lo que me exigian. Sería bueno que este tipo de organizaciones sociales se extendieran en otros países.
Las crisis financieras parecen que fueran hechas a propósito por las entidades bancarias y con el visto bueno de sus respectivas autoridades. Por lo menos en Colombia a finales del siglo pasado vivimos una crisis muy grave. Y adivinen quien pagó? si ese mismo;
el pueblo raso el que trabaja toda la semana y se gana un salario de hambre, El gobierno le presto sin ningún costo al sector financiero y a unos plazos que jamás se le dan a un ciudadano del común. Y no contento con esto regalo prácticamente casi toda las entidadades y empresas del estado para poder financiar a los ladrones de cuello blanco.
En meses pasados los fondos de inversión ( que manejan las cesantías de los trabajadores )sufrieron perdidas cuantiosas en la bolsa de valores, debido al efecto de la crisis de los EE.UU. ya se pueden imaginar quien perdió la platica...Si nuevamente los trabajadores, como si estos tuvieran la faculta de elegir donde invertir su dinero; pero eso si, cuando hay utilidades se reparten como los gusta a los financistas, el pedazo más grande para ellos, y uno muy pequeñito para los infelices trabajadores. A esto se puede llamar democracia?
Raúl Bernal Samudio | Septembre 22, 2007 07:28 PM
Miguel, a análise feita por você foi BRILHANTE!!!!! Mesmo eu sem saber ler e escrever em espanhol(ainda estou aprendendo!!), é óbvio que sempre compreendo tudo que você escreve. Às vezes leio coisas que você disse em anos anteriores, bem antes deste espaço virar blog, me encanto com feito de que seus artigos escritos em anos 2000,2001,2002, por estas épocas, ainda se mantém rigorosamente atualizados. Poderiam ser publicados hoje sem nenhuma modificação. Se bem que a humanidade e o mundo não se alteram muito, suas palavras parecem ter o poder de ver o futuro.
Como se diz aqui no Brasil, 'dá gosto' de ler seu Blog!!!!!! Porém, há uma coisa que não concordo, ainda que eu corra risco de estar enganado ou eu esteja vendo de outra forma. "El dinero no existe" infelizmente existe. Creio que se trata de dinheiro de pessoas que pagam impostos usado para socorrer pessoas(banqueiros) que vivem em casas luxuosíssimas e desfrutam de todos os prazeres que a riqueza compra, e se dão ao luxo de brincar com a economia mundial como se fosse um cassino de Las Vegas. Há tantas pessoas com carências mais urgentes necessitando muito do dinheiro que bancos centrais liberaram...infelizmente, assim caminha o mercado, livre como um pássaro, traiçoeiro e brutal com uma águia. Muitos podem pensar que eu sou ultra-esquerdista por esse comentário, porém saibam que eu tenho pavor desta ideología também.
La Banca tiene solamente parte de la culpa cuando estalla una crisis, por la facilidad como prestaban dinero y como manejaban el excedente de liquidez metiendose en negocios riesgosos como es el del mercado de acciones y mercado de cambio. La otra cara de la moneda es la ingenuidad del público que confía su dinero ahorrado a cualquier banco que ofrece un poquíto más de intereses (y el riesgo ?). Mi recomendación - analize bien a quien confías tu dinero !
No estoy de acuerdo con el último comentario. El gobierno tiene el deber de supervisar al sector financiero. Los ciudadanos creen en sus instituciones.
Creo que los bancos se enriquecen a costa de la pobreza en el mundo, de la falta de cultura por el ahorro y del consumismo. Particularmente en América Latina, los bancos hacen negocios que resultan un insulto para los ciudadanos. Es claro que el dinero de un prestamista vale más que el de un asalariado. Pero si esto es ofensivo, lo es más que los gobiernos den su bendición a un negocio que debiera ser ilícito desde el momento en que cobra cantidades estratosféricas, por unos cuantos pesos, aún a costa de la pobreza de su propio pueblo. ¿En donde está la democracia y la justicia social? De existir tambien les favorece a los banqueros.
Ya me los veo a los ENGLISH DICIENDO CHORROS CHORROS CHORROS DEVUELVAN LOS AHORROS
Hola amigos ,bueno yo de bancos no entiendo mucho,pero como estoy sin sueño voy a opinar igual.Lo que yo pienso es lo siguiente,no todas las personas estan capasitadas para tener sierta cantidad de dinero,una persona asalariada que pide x cantidad de dinero para tal proyecto y el banco se lo otorga ,esta en la ley de posivilidades que estas personas cambien bruscamemente de personalidad y ya tampoco les interece el proyecto por lo cual pidieron el prestamo.Por eso yo opino que los bancos,tendrian que trabajar mucho con cuestiones psicofisicas antes de otorgar un prestamo,(sobre todo en los vicios).Asi se ahorrarian muchos dolores de cabeza.
saluda atte:J.P.Kuzyszyn