鶹ҳ

« Anterior | Principal | Próxima »

Hay un extraño en la mesa

䲹ٱ𲵴ǰí:

Matias Zibell | 2007-09-19, 14:17

Mesa colectiva
Yo nunca comí en mesas muy pobladas. Siendo hijo único y de padres separados, el almuerzo lo pasaba frente al televisor y la cena frente a mi madre.

La mesa larga con gente apilada a los costados era sinónimo de Navidad o Año Nuevo, en la casa de mis tíos o de amigos de mi padre. El resto del año, mis otros compañeros de comida eran el Llanero Solitario, el Chavo del 8 y los Tres Chiflados.

Será por eso que lo que más me atrapa de mi primer Ramadán en El Cairo sean esas mesas comunes en las calles donde la gente se reúne para romper el ayuno. Las reuniones familiares también me emocionan, pero no tanto como la experiencia sagrada de la comida compartida entre extraños.

Debemos empezar por contar un poco del Ramadán, el noveno mes del calendario lunar en el que los musulmanes celebran las primeras revelaciones de Alá recibidas por el profeta Mahoma.

Fue en la séptima noche del Ramadán, según lo cuenta el Corán, que Mahoma fue abrazado por un ángel en la cueva del monte Hira, en el valle de la Meca, quien le dio una orden clara: ¡Iqra! (¡Recita!), hasta que las palabras divinas brotaron de su boca (Corán significa "la recitación").

Durante este mes, los musulmanes deben ayunar desde el amanecer hasta el ocaso. El ayuno no sólo atañe a la comida y a la bebida, es no fumar, no tener relaciones sexuales, no decir malas palabras. En general, los que no somos fieles al Islam, solemos conocer sólo el aspecto prohibitivo de esta fiesta y no otros detalles que la hacen más similar a la Navidad de lo que uno piensa.

Por ejemplo, la gran difusión de dulces, dátiles y frutos secos que caracteriza esta época, o la costumbre de comprar ropa nueva a los niños, o de iluminar la casa con lámparas propias de esta celebración. También, la cantidad de cenas compartidas entre familiares y amigos.

"La mitad del Ramadán estás en la cocina preparando cosas para tus invitados y la otra mitad estás aceptando invitaciones", me dijo una colega del servicio africano de la 鶹ҳ.

Yo lo noto con mis vecinos más cercanos. Todos los días, a las 6 de la tarde, su casa está vacía, sin luz y con las persianas cerradas, o llena de gente, comida en la mesa y lámparas de colores encendidas en el balcón y las ventanas.

En los barrios más tradicionales de la ciudad es un placer ver como la gente va colmando los
para eso de las 5. Los vendedores ambulantes pasan ofreciendo o y lentamente, a medida que se acerca la oración, las mesas se van poblando de platos que no han de tocarse hasta que la voz de la mezquita diga que se ha puesto el Sol.

Pero como les contaba, mi fascinación está puesta en las mesas comunales que surgen debajo de los puentes, en las veredas o en las calles laterales, al lado del Nilo o al costado de un templo.

Estas mesas suelen ser pagadas por los que más tienen para los que más necesitan, pero además de la dimensión caritativa, muchas veces sirven como lugar de encuentro de seres que no comparten más que sus ganas de comer.

"El Ramadán también tiene que ver con una relación más estrecha entre la gente", me dijo la profesora Aisha Swelam mientras caminábamos por el barrio islámico de Khan al-Khalili.

"Durante este mes, toda la gente, los ricos y los pobres, deben terminar juntos el ayuno. Entonces en la calle hay mesas para que la gente se encuentre a romper el ayuno. No sólo están allí para los pobres, están ahí para que si uno pasa caminando o vuelve a la casa en auto y ve que no llega, se detenga a comer en ese lugar".

Hace algunos años leí un libro sobre Jesucristo que trataba de analizar su dimensión histórica más que religiosa. El autor, de cuyo nombre no me acuerdo, decía en un momento que el verdadero milagro de Jesús había sido abrir las puertas de las casas para que la gente invitara a comer a los extraños.

Las iglesias cristianas suelen poner el acento en la caridad de los Evangelios, en el llamado a dar de comer al que tiene hambre y dar de beber al sediento, pero yo me quedo con la teoría de este autor porque considero que es mucho más difícil compartir la mesa con un extraño que alimentarlo.

Sentarnos con un extraño a comer implica reconocernos como iguales y atreverse a esa igualdad no es cosa fácil. Ofrecer comida y bebida es más sencillo, más de este mundo de limosnas. Siempre nos sentimos más cómodos en un rol -sea el que ofrece, sea el que recibe- que en la ausencia de categorías y señas particulares.

Pero las celebraciones son una excepción, una alteración a las reglas como dice Joan Manuel Serrat en su canción Fiesta: "Apurad, que allí os espero si queréis venir pues cae la noche y ya se van nuestras miserias a dormir (...) Hoy el noble y el villano, el prohombre y el gusano, bailan y se dan la mano sin importarles la facha".

"Y con la resaca a cuestas vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas, se despertó el bien y el mal, la pobre vuelve al corral, la rica vuelve al rosal y el avaro a las divisas, se acabó, el Sol nos dice que llegó el final, por una noche se olvidó que cada uno es cada cual", terminaba el catalán.

Aquí, en Ramadán, el Sol ilumina la diferencias y el ocaso las ignora. En las mesas callejeras, todos están unidos por el mismo hambre, la misma sed y el mismo credo.

Yo, que en mi vida jamás he comido con extraños (bueno, en mi casamiento lo hice, porque no sabía quiénes eran muchos de los invitados, pero eso nos pasa a todos) los miro desde lejos, con la distancia del antropólogo. El que puede filosofar con la igualdad sin jamás haberse animado a probarla.

Reconozco que me alegra mucho no tener que ayunar, pero todas las tardes, al caer la luz, les guardo un poco de envidia. Ellos no lo saben, ocupados como están en alimentarse, pero cada vez que camino cerca de sus mesas abrigo la esperanza de que alguien me invite a sentarme.

Si quieren ver más fotos de las mesas colectivas pueden hacerlo en el espacio que hemos abierto con 鶹ҳ Mundo en Flickr,

ComentariosAñada su comentario

  • 1. A las 02:50 PM del 19 Sep 2007, Gabriela Beltran ó:

    Hola!
    Muchas gracias por compartir tus experiencias.
    Empecé a leer tu blog cuando regresaste a Londres y me encantó. Ahora que estás en El Cairo, me ha gustado más pues es una cultura muy desconocida para mi.
    Tu profesión (como todas) a tener ventajas y desventajas (no creo que sea muy cómodo para tu esposa tener que estar haciendo y desaciendo maletas a cada rato). Pero la gran ventaja que le veo, es poder conocer gente nueva y no solo eso, sino conocer su cultura y costumbres.
    Muchas gracias y pues espero que antes que termine el Ramadán, te puedan invitar a comer con ellos.

    Saludos de México!

  • 2. A las 03:16 PM del 19 Sep 2007, San ó:

    Dificil, como es -a veces- entender, creer, en la presencia de un Dios, siempre es hermoso que podamos borrar diferencias entre unos y otros sea cual sea el pretexto
    saludos Matías

  • 3. A las 03:33 PM del 19 Sep 2007, Sonia ó:

    Hola Matías, poniendome al día en tus "aventuras" después de muchos meses sin participar. Excelente artículo¡¡¡ Nos muestras la otra cara de un mundo que sólo conocemos desde otras perspectivas y complementado con fotos, que más puedo pedir?. El mejor punto? La diferencia que estableces entre dar y compartir, entre ofrecer comida y sentarnos a la misma mesa. El segundo mejor punto: la alusión a la canción de Serrat. Fiesta describió perfectamente el ambiente del Ramadan, y quizas la meta final a la que debería llegar la humanidad, aunque sólo sea por esa noche... Fascinante tu blog, mejor que nunca...

  • 4. A las 04:13 PM del 19 Sep 2007, Dinia ó:

    ¡Esa! Qué bien por las fotografías, ilustran muy bien lo que nos acabas de contar.

    Me quedé con la boca abierta al ver ¡mesas en las aceras! ¡en la calle!

    Estoy acostumbrada a que la comida siempre está bajo techo, por aquello de la contaminación. Lo más informal eran nuestros almuerzos como estudiantes sentados en el suelo, o trabajando en la construcción de mi casa, con la comida en "termos" para que conservara el calor.

    Muy hermoso. Lástima que las diferencias sociales vuelven al aparecer la luz del día. Como en cualquier otra fiesta.

  • 5. A las 05:37 PM del 19 Sep 2007, Juan Pablo ó:

    Hola Matias! la ultima vez que supe de ti estabas por viajar a Ecuador, que dejabas Miami y vaya sorpresa...me he perdido de tus blogs, increible esta nota sobre el Ramadan, a nosotros nos falta conocer mas a cerca del mundo arabe, solo asi pienso yo se acortarian las diferencias con occidente, y el mundo seria menos limosnero y mas equitativo. Abrir las puertas de nuestras mentes y sobre todo de nuestros corazones para generosamente poder vernos de igual a igual...este mundo seria mucho mejor!. saludos a Maria y al primogenito!!

  • 6. A las 07:20 PM del 19 Sep 2007, Maria Alecia Izturriaga ó:

    ¡Hola Matías!
    De nuevo por aquí paseando el mundo a través de tus palabras y de una vez más asombrada de las maravillas de lo desconocido.

    Leí el mensaje que me dejaste y si, al menos la conversación de Miami con Eli la conseguí yo. Si mal no recuerdo, desde entonces comencé a seguir tu blog.

    Te dejo mi mail para que por favor me contactes cuando tengas un chance
    mizturriaga@olecom.com

    Te mando un abrazo
    María Alecia

    P.D Trata de sentarte en una de esas mesas para que nos cuentes.

  • 7. A las 07:59 PM del 19 Sep 2007, MArgareth ó:

    EXCELENTE tu blog y el trabajo que haces, matias.. me encanta como haces que la imaginacion vuele.. es increible.
    saludos a todos y a hakim!!.. me encanto ese dia...

  • 8. A las 10:06 PM del 19 Sep 2007, Mario L.Grigorio F. ó:

    Estimado Matías,en este blog caminas con un ojo en el pasado y otro en el presente....lo que te hace reflexionar y a nosotros contigo.Pero quiero detenerme en tu deseo a ser invitado a participar de una de esas mesas,quizás la forma de que ocurra ,sería que ayunases un día y luego de haber compartido esa esencia espiritual,común a las trés religiones monoteistas,sentarte en una de esas mesas y compartirla con otras personas.No dudo que serías aceptado con agrado y podrías contarnos esa experiencia.El hombre suele desear cosas que,si el mismo no se las negara,lograría facilmente.Mi saludo a María y Hakim,y naturalmente a tí.Mario

  • 9. A las 12:46 AM del 20 Sep 2007, santiago ó:

    Trato de hacer un paralelo entre Ramadan y Yon Kipur. El primero dura un mes, el segundo 24 horas, ambos ayunan, en Ramadan solo de día, los otros las 24 horas. Y de noche? Unos hacen su vida normal, comidas, relaciones sexuales etc. los otros rezan o duermen hasta la salida de la primera estrella al otro día, cuando se rompe el ayuno. Ahí se come bien.En familia, con amigos, como comenzando un nuevo ciclo de vida. Alegría. Ambos guardan el mayor respeto, devoción, y entrega a sus creencias. Orar, ayunar, y orar. Luego la vida continúa. Y mañana? Estamos puros? Para el creyente sí. Y mañana? comenzamos de nuevo, total dentro de un año nos purificamos, eliminamos todo los malo del año pasado, y otra vez carnaval, como dice el tango.

  • 10. A las 01:28 PM del 20 Sep 2007, Odalys ó:

    Sin duda alguna, la alusión a "Fiesta", de J. M. Serrat, ha sido brillante. Pinta con sus comentarios, muy atinados, el alma de los festejos religiosos, sea cual sea su sustrato teológico. Ojalá lo inviten a la mesa, si es eso lo que realmente desea. Por cierto, ¿María estaría con usted, en igualdad de condiciones, sentada en esa misma mesa? A mí, a diferencia de otros lectores, no me sorprende lo de la comida colectiva. Eso es parte del alma de mi pueblo desde siempre, y no precisamos de otra razón que el querer hacerlo, sin más. Así somos.

  • 11. A las 01:55 PM del 20 Sep 2007, tesne ó:

    Hola Matías!

    Me han gustado los post que has hecho del ramadan, sobretodo porque en ellos cuentas esa parte que no nos suelen contar y que es bien interesante.

    Saludos.

    P.D. te agregué a mis contactos de Flickr

  • 12. A las 03:28 PM del 20 Sep 2007, Guzmán Urrero ó:

    Es fascinante lo que cuentas, y me hace pensar en lo importantes que son las maneras de compartir el alimento para entender los vínculos que forman, acercan o diferencian a nuestras sociedades. Todo un festín para los antropólogos.

  • 13. A las 04:08 PM del 20 Sep 2007, marcos tulio ó:

    !Oh vaya que aprendemos cada dia algo nuevo la vision que tenemos del Ramadan aqui en Occidente es muy diferente a lo planteado excelente articulo nos dejas ver una vision totalmente distinta de lo inculcado siempre aqui, yo he hecho la prueba de comer al lado de personas extrañas
    cuando voy almorzar a un sitio y esta lleno y de verdad que al principio se te da muy incomodo, los cristianos debemos de dejar la limosna y compartir de verdad; "Ama a tu projimo como a ti mismo" Suerte..

  • 14. A las 06:32 PM del 20 Sep 2007, Daniela ó:

    Hola Matías. Disfruté muchísimo esta entrada sobre el Ramadán. Como antropóloga me ha tocado, también, romper mis propios esquemas para disfrutar espacios (¡y comidas!) comunitarios por los que uno no acaba de asombrarse nunca (y lo que le hacen a uno crecer, ¡no?). Eso de ser el extraño en la mesa, es fascinante... y tu relato es bastante ameno. Gracias por compartirlo. Que tus experiencias te lleven siempre por caminos nuevos, llenos de maravillas. Gracias!

  • 15. A las 07:20 PM del 20 Sep 2007, ignacio gonzalez ó:

    Eso de las comidas colectivas es como en los curantos chilotes, a los que llega todo el mundo.

    Y los funerales campesinos igual. Uno llega nomás, aunque no conmozca al muerto, y de ahí a comer y a tomar.

  • 16. A las 09:59 PM del 20 Sep 2007, kelly ó:

    Es la primera vez que leo tu blog en la bbc, y bueno hace poco me converti al islam y si es cierto eso de nuestras reuniones cuando terminamos el ayuno.
    lo rompemos comiendo todo aquello que esta en la mesa sin dejar ni un grano de arroz en el plato , todo lo que uno se sirve debe comerse, pues ahi esta la bendicon de Allah(dios).

    te invitaria compartir nuestra mesa pero estoy en peru asi que te queda algo lejos, pero igual la invitacion esta hecha a ti y atu familia .

    Allah hafiz

  • 17. A las 04:00 AM del 21 Sep 2007, omyouness ó:

    muy educativo el articulo y me alegra la educacion acerca de lo que significa el ramadan pues siendo yo una musulmana latina ayuno el mes y comparto en la mesquita con diferente personas de todas las raza pero iguales en el islam religion de paz

  • 18. A las 06:22 AM del 21 Sep 2007, Abdurahman Morales ó:

    Salam para ti Matias, y para quienes leen el blog.
    El relato es muy hermoso, incluso (o sobretodo) para el que esta celebrando el Ramadan. Espero que ya a estas alturas estes sentado en una mesa compartiendo con quienes rompen el ayuno. Solo falta romper la diferencia entre ellos (los otros) y nosotros, tal vez no somos tan diferentes. Todos somos extraños hasta que nos conocemos y nos respetamos.

  • 19. A las 03:21 PM del 21 Sep 2007, JoseLuis ó:

    Hola Matìas...que gran experiencia la que estas viviendo!!!
    Bueno yo conocìa tambièn un poco del Ramadan a travès de un jefe que tuve hace un par de años. En esa celebraciòn recuerdo que èl no trabajaba en la tienda sino que llamaba por telefono para saber como iba todo y algunas tardes llegaba con una bolsita de dàtiles para compartir conmigo. Por otra parte es contagiante ese espìritu festivo que los embarga y se les percibe tambièn un dejo de pureza en sus rostros, no se si tu sientes lo mismo...
    Muchos saludos
    JoseLuis

  • 20. A las 09:42 PM del 21 Sep 2007, Alberto, Guatemala ó:

    Hola Matías, me confieso como un ignorante en lo que es el Ramadán, y tu artículo es una introducción y descripción brillante de la otra cara de la moneda, la que no nos muestran muy a menudo, y la que quizas nos demostraría que no somos tan distintos una cultura de otra. Saludos

  • 21. A las 05:26 AM del 22 Sep 2007, marcela ó:

    Cuando mi mamá murio tuve que comer sola. Y desde ahí siempre deteste comer sola. Me deprimia. Tenía minimo que prender la tele. Ahora ya no. Nose que paso. Pero he aprendido a comer sola sin sentirme triste.

    Pero si, te entiendo. Y mucho.

    "Tu que estas lejos, de tu familia, de tu casa y de tu hogar y tienes .... Por eso y muchas cosas más. Ven a mi casa esta navidad!"

    (Parchis)

  • 22. A las 02:02 PM del 22 Sep 2007, la lola ó:

    La fascinaciòn que ejercen estas culturas sobre nosotros los llamados occidentales es enorme, ya habìa leìdo algo del ramadàn, pero solo lo referente al ayuno, desconocìa el resto, ò sea su actitud de fiesta y sobre todo el aspecto tan humano de borrar diferencias y compartir la mesa y el pan, algo bien bonito y digno de imitar.
    Las fotos me encantaron, sobre todo en las que se puede apreciar esa belleza arquitectònica de las cosas antiguas.
    Que disfrutes tu 1er Ramadàn, en lo que a nutrirse de cosas poco conocidas, somos muchos los que te leemos y abiertamente te envidiamos esta faceta de tu profesiòn.
    Saludos desde Cuba.
    la lola

  • 23. A las 04:03 PM del 22 Sep 2007, Militza Lobaton ó:

    Hola Matias.

    Me encanto tu nota en relacion al Ramadan. Yo tuve la oportunidad de ver dos cuando vivi alla y para mi era como si cada dia era una celebracion de a~o nuevo. La gente en las calles compartiendo lo poco o mucho que tenian en verdad esos dias tenian un aire especial que siempre recordare con carino.

    Espero que pronto alguien te invite a su mesa a compartir el break fast o ruptura del ayuno. Es de verdad inolvidable la experiencia.

    Cuidate y todo lo mejor para ti y tu Familia.

    Mili

  • 24. A las 10:48 PM del 22 Sep 2007, Cromatica ó:

    Excelente que compartas con nosotros estas inquietudes del Ramadan.

    Con este post he conocido un poco mas acerca de el, pero seria interesante tambien conocer, retomando el tema de la mujer, que pasa con ella en estos ayunos? se dedica a la cocina todo el dia? ayuna por igual que los hombres?
    En fin se que podria buscar informacion, pero me gustaria conocerla a traves de tu experiencia.

    Y animate a sentarte con extraños a compartir alimentos.

    Un abrazo

  • 25. A las 07:30 PM del 24 Sep 2007, Adrian ó:

    Saludos. Visito mucho tu blog, ya que es muy interesante, y también bastante ilustrativo.

    Estoy haciendo mi trabajo de grado acerca del Islam, y una de las cosas que decidi sentir en carne propia, aun no siendo musulmán, ha sido practicar el ayuno en la medida de lo posible.

    No es nada fácil los primeros días, pero uno se acostumbra. Incluso, llega un momento en que ni te recuerdas que comias, bebias o fumabas tanto.

    Una cosa muy importante para entender el significado de Ramadán, está no sólo en la parte física o social, que muy bien has descrito. Ramadán tiene muchas dimensiones, y una de ellas es la espiritual. Se ayuna para recibir la bendición de Dios, según creencia del Islam, y eso se toma como una ofrenda. El ayuno es una ofrenda para perdonar pecados, y para limpiar, por asi decirlo, el cuerpo y el espíritu de cosas malas.

    También se hace en solidaridad, como recordatorio de las personas en el mundo que no ayunan por voluntad propia, sino porque no tienen qué comer o beber. Muchos lo toman a su manera, pero lo más bello que puedes observar del Islam es cómo se comparte invitando al vecino (o al desconocido) a comer a tu lado rompiendo el ayuno.

    Aunque sólo sea por 29 días al año, el ayuno y sus consecuencias, son algo que las personas no musulmanas deberían conocer mejor, y al menos seguir el ejemplo de compartir más con otras personas, así como quizás lo hayas observado muchas veces, sin hipocresía, o sin intereses de por medio.

  • 26. A las 05:15 PM del 25 Sep 2007, Vanina ó:

    Cuántas cosas que desconocía acerca del Ramadán y sus costumbres. Fascinante estas extensas mesas comunitarias, tan simples y a la vez, tan importantes. Es muy cierto lo que decís de comer con extraños. Yo en mis viajes me he acostumbrado. Aunque nunca dejamos de observar al otro en ese acto que parece íntimo como es el de alimentarse. A veces me gusta comer sola...aunque compartir la mesa con alquien es lo ideal.
    Buenísimas las fotos que subiste a Flickr!

  • 27. A las 06:25 PM del 25 Sep 2007, Matilde del Carmen Masats ó:

    Matias: Cuando era pequeña mis abuelos decian que si había poco para comer, ese día colocar el mejor mantel, la mejor vajilla y que no se note la pobreza. Luego con los años me forme en una familia completa con abuelos, tios primos, padres hermanos," LA FAMILIA UNITA". Hoy ese mundo es distinto comemos con el bocado y el vaso en mano, la repidez del momento nos lleva a correr. Pero te cuento que mi padre nos decía que la mesa era sagrada y había que rspetarla. Tu relato me recordo, todo lo vivido y el pan compartido por tradiciones religiosas es una constante. Ya que lo implementamos con amigos, de ahy debe venir la costumbre, nos llevan añares de esperiencias. Un saludo de tu compatriota Matilde a la familia y un besote a Hakim.

  • 28. A las 07:55 PM del 25 Sep 2007, LauSaLas ó:

    Matias:

    Que vida la tuya eh!!

    Y como me cuesta llegar a tu blog en la 鶹ҳ!!!. Dios! soy media tonta aun, parece, en esto de la tecno. Entro por bbc.com, me voy a languages y ahi empiezo a probar botones hasta que BINGO!!! las notas estan firmadas por Zibell, el viajante.

    Yo tampoco se de mesas largas y cuando leo me voy acordando del Chavo del 8 al medio dia y los malditos Simpson en la cena.
    Un placer leer la experiencia.
    Y una sana envidia periodistica.

    Saludos desde el otro lado del planeta.

  • 29. A las 03:38 PM del 26 Sep 2007, ROx ó:

    Cuestiones antropologicas, mi querido Matias. Cuestiones filosoficas, tambien. Y cuestiones religiosas... Lo importante es que no dejen de causarnos admiracion, sorpresa, curiosidad...

    Para eso vivimos.

  • 30. A las 08:16 PM del 18 Oct 2007, alberto ó:

    pareciera que todas las religiones, tienen su lado interesante, aunque el mes del ramadan seria una prueba de fuego para los ccidentales, en tener que ayunar un mes. Por lo demas es una religio un poco rigida aveces incompresiva como es el caso del trato en las mujeres etc. y siga viajando

  • 31. A las 11:56 PM del 06 Nov 2007, Yalki Rodriguez (VZLA) ó:

    Hola,
    Hace algunos años fui a Egipto, en época de Ramadam.
    Vi algo parecido a lo que indica, sobre la mesa servida en las calles a los pobre(a las afueras del hotel Saffir, para los señores que cuidaban los carros en la calle)
    Mi percepción es que la gente dsurge en la noche, luego del des-ayuno. Las calles estan colmadas de familias que luego de la comida pasean y comparten.

鶹ҳ iD

鶹ҳ navigation

鶹ҳ © 2014 El contenido de las páginas externas no es responsabilidad de la 鶹ҳ.

Para ver esta página tal cual fue diseñada, debe utilizar un navegador de internet actualizado, que tenga habilitado el uso de hojas de estilo en cascada (CSS, por Cascading Stylesheets en inglés). Aunque en el navegador que está utilizando podrá ver el contenido de la página, no será presentado de la mejor forma posible. Por favor, evalúe la posibilidad de actualizar su navegador y/o habilitar el uso de CSS.