Las astillas del espejo
En el blog de la semana pasada sobre lo ocurrido entre Gaza y Egipto, un lector deja una inquietud muy lógica. Halil Ramírez se pregunta cómo es que los palestinos compran motocicletas y televisores si -supuestamente- eran tan pobres que no tenían que comer.
La pregunta me parece muy apropiada porque nos sorprendió a todos en el lugar la cantidad de motocicletas que pasaron el muro. Lo malo es que yo tenía la respuesta pero no la incluí ni en el blog ni en mis crónicas para internet, sólo en una salida al aire con el programa de radio.
Ahora que estoy en Cairo -y mientras el problema continúa sin resolverse- pienso que estas crisis son como el estallido de un espejo. Los periodistas tratamos de juntar todas las piezas para dar una imagen lo más fiel posible de lo que vemos, pero siempre se nos cae alguna astilla. Aquí les traigo las que se me cayeron, si aún les interesa...
La mayoría de los palestinos que compraron motos lo hicieron porque este vehículo gasta menos , algo que suele escasear en la Franja.
Era tal la sed de gasolina de esta gente que las colas se extendían por cuadras en las del norte del Sinaí (y ahora es uno de los suministros que el gobierno egipcio está limitando para desalentar el paso de tan ávidos consumidores).
Claro que había quien se compraba una moto de 350 dólares y quien se la compraba de 1500. Esto es lo que no cierra en la ecuación de todos los periodistas que fuimos con el "libreto armado" de la desesperación palestina.
Ansiosos por relatar el drama de los palestinos, muchos periodistas nos encontramos con gente cuya principal preocupación no era la escacez de alimentos y medicinas sino el precio al que habían llegado estos bienes en su territorio.
Desde una gaseosa hasta una tonelada de cemento, los habitantes de Gaza nos contaban que debido al desabastecimiento, todo salía del lado de su frontera 10 veces más caro que del lado egipcio.
Aunque mucha gente dijo que no pensaba regresar a la Franja hasta que hubiera algo para comer, la mayoría explicó que no se trataba de una situación de inanición como -por ejemplo- en Somalía, sino de la vieja y conocida espiral inflacionaria provocada por una galopante demanda y una escasa oferta.
Con una moneda levemente más fuerte que la local (el shekel israelí se cotizaba al comienzo de la crisis en una libra egipcia con 20 centavos) y los precios 10 veces más baratos, los palestinos se lanzaron a comprar todo lo que podían corridos además por el vértido de no saber hasta cuándo estaría abierto el mercado y vigente la temporada de liquidación.
Entre las cosas que compraron estaban decenas de animales, , , , caballos y burros, que sufrieron horrores durante su traslado de un territorio a otro. Esta pieza del espejo, que en medio de una crisis humanitaria pierde un poco de relevancia, también se me quedó en el bolsillo.
Como se me quedó la crueldad de los policías egipicios que no dejaron que ningún vehículo transporte a un palestino herido desde la entrada de la Rafah egipcia hasta la frontera, porque estaba prohibido el paso de automóviles.
O la impotencia y desesperación de otros policía egipcios en la frontera que terminaron ayudando a los palestinos que cruzaban (los mismos que tenían orden de detener) para que saltaran el muro de la forma más civilizada y segura posible.
Tampoco "me entró" en las crónicas la prepotencia de algunos miembros de Hamas (no sus fuerzas de seguridad sino las milicias) cuando los efectivos egipcios se retiraron ese viernes "derrotados" de la frontera y ellos se hicieron cargo de la situación, mostrando sus ametralladoras a los periodistas y amenazando con matar egipcios al otro día si alguien pretendía cerrarles el paso.
Otra historia que no llegué a escribir en profundidad fue la de los palestinos que llegaron a El Arish y en una suerte de feria de diversiones se subieron a los para no dejar de reirse a carcajadas tras cada colisión.
Esa crónica se iba a llamar "No sólo de pan viven los palestinos" y su objetivo era contar que la diversión debería ser considerada una necesidad básica del hombre.
Y así decenas de historias, como el juego del gato y el ratón que jugaron los policías egipcios de "la secreta" y los Hermanos Musulmanes, el partido islámico prohibido en Egipto de donde surgió Hamas.
O la dignidad de esas familias que cruzaron el viernes la frontera, cuando se corría el rumor que ese era el último día, tras asistir a la oración.
Con sus mejores ropas saltaron un que tres veces perdió parte de su estructura durante esa jornada y al caer en la tierra, recuperaron la compostura inmediatamente, sacudiéndose el polvo de sus pantalones y la arena de sus vestidos y siguieron caminando como si atravesaran el portal de la más hermosa mezquita.
Sin el estallido del vidrio no habría noticia. Lo que viene después es un rompecabezas que se arma sobre la marcha, recogiendo piezas que los periodistas deben luego encajar en crónicas de 800 palabras o audios de tres minutos. Siempre quedan astillas sin pegar.
Estos son los pedazos de vidrio que tengo en mi mano tras haber vivido una de las experiencias más fuertes desde que elegí esta profesión. Pueden cortar la piel o reflejar la luz, eso ya es decisión de ustedes, los lectores.
Si quieren ver más fotos de lo ocurrido entre Gaza y Egipto pueden hacerlo en el espacio que hemos abierto con 鶹ҳ Mundo en Flickr,
ComentariosAñada su comentario
No me satisface mucho su respuesta sobre el comprar motocicletas al otro
lado de la franja, ya que es más económico comprar bicicletas.
Es bien verdad que no sólo de pan vive el hombre. Gracias por compartir con nosotros esas astillas y hacernos reflexionar. En la sociedad moderna en que vivimos, en situaciones de escasez ¿cuántos cruzarían fronteras por comprar una TV o un ordenador? Y una vez ahí, ¿no nos tentaría reírnos un rato aunque fuera con algo aparentemente tan tonto como los autos de choque? Yo creo que sí. Lo que se puede echar de menos es muy variado, porque puede que no falte pan, pero es que el pan solo es muy soso!
Y gracias también por las fotos!
Los vidrios rotos son un dilemoa filosófico del periodismo.
¿Cómo llegar a transmitir lo que sucedió, a tantas personas (que tal vez no sepan los antecedentes) sin crear prejuicios que tergiversen toda la información?
Imposible.
Como seres humanos, tendemos a ver todo desde el lente que nos convenga más, o como lo hemos aprendido. Y los prejuicios saltan.
Algo que pensaba, ¿qué personas en Gaza cruzan la frontera para comprar cosas?
Los que tienen dinero.
¿Y los que no?
Muchas Gracias Matías, por mostrarnos trozos de esta realidad que vives tan de cerca, y por ser sincero, en cada uno de tus post.
Este es el éxito de los blogs. Las manos libres para expresarse. Algo que en las noticias está muy limitado.
Gracias por ser nuestros ojos allá en Egipto ..!
Con experiencias tan 'abrumadoras' es lógico dejar por fuera de primera mano muchos detalles, importantes o no.
Me encantaría estar aunque sea un mes en egipto (nuevamente) .. no por sus atracciones turiasticas.. sino por las experiencias que se viven allí.
hola!
si tu que estás allá entendiste algunas (por no decir muchas) cosas, imagina como estaremos por aquí.
pos no me queda mas que agradecerle que intentara completar el rompecabezas para nosotros, muchas, muchas gracias ^_^
Hola Matías!!!
Tenía tiempo que no entraba a tu blog y he pasado un buen rato poniéndome al día.
Te digo que cada vez me gusta más, tanto en el fondo como en la forma. Podría pasar otras horas más comentando tus posts. Son todas historias conmovedoras e intensas.
Te mando un abrazo para ti y tu familia
María Alecia
Los pobres Palestinos, se están muriendo de hambre. Los Israelíes los atacan, les cortan toda posibilidad de vida!!!!Que es realmente lo que pasa? comprar, comprar y volver a comprar. Y además, usar sus armas para amenazar a los propios Egipcios en su país si los detienen? Pobres vacas, ovejas y camellos. Todo esto me huele a farsa. Motocicletas, tv. y mil cosas que si realmente hubiera crisis no se compran. Carne, leche, arroz, comida. Pero cual es la realidad de Gaza? Estoy pensando en la farsa mas descomunal en Medio Oriente. Por cietro Matías, es "CAIRO" o EL CAIRO.- Es Carnaval, y los disfraces son de época. Saludos cordiales.
Pobres Palestinos.....Me parten el corazón en la miseria que viven por culpa de ISREAL. Las fotos son el mejor testimonio presentado por un periodista de la gran mentira de estos sinverguenzas y asesinos que se les acaba de caer la careta. Ya no creo en lágrimas de cocodrilo. Que gran demostración has efectuado Matías con tus comentarios y sobre todo tus fotos. Y ahora que argumentarán? Los Israelíes los matan de hambre? Mentirosos, Pobres los camellos, las vacas, las ovejas, y los Televisores? Gracias Matías por agregar mis cristales rotos a los tuyos. Los Palestinos de Gaza han demostrado que son farsantes, gatillos alegres, y poco interesados en tener un país propio. El tiempo los juzgará, y los condenará.