Los taburetes de Bayamo
A través de una amiga intenté comprar para el comedor de mi casa unos taburetes (sillas campesinas de madera y cuero) en la ciudad de Bayamo, capital de la oriental provincia de Granma, a 800 km de La Habana.
La operación fue rápida y precisa, ella buscó los carpinteros, me envió vía email fotos de las sillas, discutimos el precio y consiguieron un camión que me los traerá hasta un pueblo de Matanzas donde yo los debo recoger.
Todo parecía ir sobre ruedas hasta que tuve que enviar el dinero para pagarlos. Hacer un giro bancario puede parecer una acción simple pero en Cuba hace falta disponer de un día entero para poder realizarla.
Fui al banco Metropolitano de mi barrio y me encontré con que había que hacer una cola enorme al sol e iban dejando pasar pequeños grupos al gigantesco salón con aire acondicionado del banco.
Traté de protestar pero me dieron las dos razones de más peso en la burocracia cubana: "es una orden de arriba" y "se trata de un problema de seguridad". Para no seguir bronceándome fui a otro banco.
En Boyeros y calle 100 me encontré con el local vacío lo que me alegró pero me resultó sospechoso, efectivamente, apenas entro se me acerca un guardia de seguridad y me dice "lo siento pero estamos sin luz".
Pensando en mis taburetes para no perder la calma fui al banco del Mónaco –un barrio cercano- donde me encontré con otra enorme cola al sol, esta vez pedí el último y me quedé, aun a riesgo de una insolación.
Después de 52 minutos de espera llegué a una ventanilla donde la cajera me dijo que no podía hacer mi transferencia. Otra funcionaria del banco me explicó que las transferencias "no están saliendo".
Muy amablemente me indicó que el banco Metropolitano no podía hacer transferencias para el Popular de Ahorro –ambos cubanos- y que mi única opción era ir al banco de 23 y J en el Vedado.
Por supuesto que ya montado en el burro seguí hacia el centro para dar con la sucursal del Banco Popular de Ahorro, la única por la que se pueden hacer transferencias hacia la entidad de Bayamo.
Pregunté en la puerta y me lo confirmaron, sin embargo, no iba a ser tan fácil, antes de "hacer la cola de la caja" tendría que "hacer la cola de la mesa" para que me llenaran los formularios correspondientes.
Después de enviar el dinero me vinieron a la cabeza las críticas de los empresarios cubanos a la centralización financiera que obliga a que las entidades soliciten un permiso bancario para hacer sus compras.
Los desembolsos en divisas de todas las empresas deben ser discutidos primero por una comisión de finanzas del Banco Central, que se comprometió a aprobarlas o denegarlas en un breve plazo de tiempo.
Sin embargo, entre las quejas entregadas al gobierno por las direcciones empresariales queda patentizado que este trámite se prolonga más de lo esperado y de lo aconsejable para los negocios.
En su informe una de estas gerencias revela que la comisión bancaria tardó 6 meses en responder sobre una inversión en productos cosméticos y tintes de pelo por un monto de apenas US$2 millones.
Esta historia podría ser la excepción, sin embargo, un economista cubano me confirmó que la regla es que las autorizaciones bancarias se tarden meses porque el trabajo de la comisión es muy poco efectivo.
La centralización se organizó para tratar de evitar los robos entre los empresarios cubanos pero en la actualidad muchos de ellos afirman que se ha convertido en una camisa de fuerza que les impide trabajar.
Es que ponerse de acuerdo con un cliente extranjero para comprar determinado producto y después tener que esperar meses para poder ratificar el negocio y pagar no parece un sistema muy efectivo.
En lo personal no me resulta extraño que los hombres de negocios se quejen de la capacidad de gestión del sistema bancario, yo mismo estoy cruzando los dedos para que el dinero de mis taburetes llegue a tiempo a Bayamo.
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No es de extrañar, eso es Cuba...Todo se dificulta y es complicado...En ese pobre pais, no hay modo de vivir una vida normal y sin complicaciones.
Señor Ravsberg:
El título es sugerente, por esa razón busqué el artículo pensando que me hablaría de la calidad de esos taburetes, quien los hizo, etc.
Me quedé, como bayamés, en ascuas al comprobar que la razón del titular era para hablarme de la ineficiencia del correo cubano.
Tremenda odisea como todo en Cuba. Como esta historia miles, y quizas quedo corto con la cifra. Nada, que no funciona asi un pais!!!!
Ya lo afirmabamos en otra oportunidad, la proverbial burocracia cubana, (Léase B u r r o c r a c i a) se está comiendo cruda la destartalada economía de ese precioso pais. Es una verdadera odisea hacer un simple trámite bancario, que en nuestros paises, se puede hacer, hasta por teléfono. Mientras no superen ese monstruo polífago, jamás van a prosperar; la economía debe ser más fluida y dinámica.
Por eso los cubanos tenemos nuestros ahorros escondidos en el colchón, quien confía en los bancos?.
La verdad es que Soveron tiene cada ideas sobre como organizar el sistema bancario que mas valdría enviarlo a trabajar a Estados Unidos, acaba con el inmperialismo y su economía en unos meses.
Ese sistema bancario es una piesa mas de el motor socialsta que nunca a producido ni humo .Tienen que comenzar a reemplazarlo por uno capitalista para poder oir la locomotora del futuro en cuba dar sus primeros pitasos pero antes tiene que florecer la livertad en todo sentido de la palabra.alli todo es a medias . me pregunto que ocurrira con los frutos de los campesinos que ahora el 14 de abril le van a dar tierras los podran comerciar libremente si no es asi otra pregunta ese campesino doblara su cintura en el surco lo dudo
Es verdad que en Cuba se complican las cosas más de lo necesario y burocratizamos bastante cualquier proceso. Sin embargo no es totalmente cierto lo que se plantea de las autorizaciones bancarias, trabajo en un organismo estatal y semanlamente enviamos decenas de solicitudes y lo usual es su aprobación en menos de una semana. Desde luego una operación de mayor monto requiere de mayor atención. Si algo malo tiene el funcionamiento del CAD es que ahora muchas veces los empresarios lo han tomado como pretexto de sus propias dilaciones. Es más facil cuando algun proveedor reclama su pago decir: "el banco no me la ha aprobado" a decir, "se me olvidó tramitar el pago", o "hice mal el trámite de pago".
Alejandro, el asunto es que para qué se necesita APROBACIÓN del gobierno para que la gente pueda disponer de sus reales. Hablas que el banco procesa "decenas" de solicitudes semanalmente. Y tú crees que eso es mucho? Cuantas operaciones ocurrirían si no se tuviera que pedir permiso? Te has puesto a pensar?
Al vivir en un sistema totalmente cerrado como el cubano no se tiene idea de qué es normal y qué no en el mundo hoy día. Eso debe ser lo que te está pasando, amigo.
Saludos de una venezolana.