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Mourinho, el último de los mohicanos

Raúl Fain Binda | 2008-10-02, 14:38

mourinho.jpgEl Internazionale de Milán ha desmentido formalmente que José Mourinho gane un salario anual de 11 millones de euros, como el entrenador había dicho en conferencia de prensa.

El tema es particularmente delicado en una época de vacas flacas, cuando el público se vuelve en contra de las remuneraciones excesivas, aunque la noción de "excesivo" siempre es subjetiva.

(Lo que es excesivo para ti puede ser insuficiente para mí, especialmente si estamos hablando de dinero.)

El fútbol profesional no puede escapar de los efectos de la crisis financiera internacional.

Muchos de los multimillonarios que han invertido en el fútbol tienen ahora problemas de crédito; no pocos se han empobrecido (bueno, más o menos) en términos relativos y ya no dispondrán de excedentes.

Massimo Moratti, el empresario petrolero que tiene el paquete mayoritario del Inter, es un hombre generoso, un patriarca al viejo estilo.

Este empresario, acostumbrado a pagar salarios jugosos, fue el único que se puso a tiro de las exigencias de Mourinho, que quería un club grande y un salario acorde a la exaltada opinión que él tiene de sí mismo.

Pero a Moratti no le causa ninguna gracia que su empleado se jacte de lo que gana en este preciso momento.

Mourinho no estaba bromeando, sino jactándose, cuando un periodista le preguntó sobre su salario de "nueve millones".

El portugués contestó "no son nueve, sino once, y con los contratos de publicidad son catorce".

En realidad, el salario sería nueve millones, como había dicho el periodista, pero contando las bonificaciones y premios por títulos ganados en Italia y Europa, podrían llegar a once. Tal como van las cosas no los ganará.

Los tres millones de los sponsors ya son cosa privada de Mourinho.

Sean nueve u once, cabe suponer que en el futuro no abundarán precisamente los contratos tan remunerativos.

Mourinho será como el último de los mohicanos, el último de su sangre.

Ya es evidente la tendencia de muchos clubes para identificar a jugadores muy jóvenes, antes que volcar sus recursos en la compra de consagrados.

De la misma forma, los clubes ya desconfían de los técnicos caros: en las próximas temporadas, presionados por problemas económicos, preferirán veteranos relativamente baratos o jóvenes sin grandes pretensiones.

Después de negociar con Mourinho, quien pedía la luna, el Barcelona apostó por un hombre de la casa, Pep Guardiola, joven, inexperto... y barato.

Moratti se arriesgó con Mourinho porque, sabiendo que el plantel estaba agotado, necesitaba una personalidad fuerte, capaz de reconstruirlo.

El problema es que el Inter no tiene una bolsa sin fondo, como tiene (o tenía) el Chelsea, de modo que Mourinho debió conformarse con refuerzos modestos, el más importante el brasileño Mancini, procedente del Roma.

Mourinho se decidió por recuperar a jugadores mal aprovechados por su antecesor: el sueco Ibrahimovic y el brasileño Adriano.

El técnico portugués no ha estado todavía a la altura de las expectativas creadas: su equipo perdió la primera posición de la Serie A, cayó ante el AC Milan en el Derby della Madoninna y defraudó en Liga de Campeones.

La preocupación de José Mourinho se hace evidente en las frecuentes disputas con otros personajes del calcio y hasta con los periodistas, que suelen ser sus amigos porque el portugués "hace titulares".

El ingenio de Mourinho es tan punzante que sólo cae bien si su equipo es exitoso; cuando anda mal, sus agudezas se tornan hirientes y ofensivas.

A su patrón eso le debe irritar por partida doble: a fin de cuentas, todavía está pagando seis millones por año al técnico Roberto Mancini, que tenía contrato hasta 2012, y dos millones a su personal técnico (hasta 2010).

De modo que, sumando lo que paga a Mourinho y a Mancini, más lo que se lleva el resto de los dos cuerpos técnicos, uno en funciones y otro cesante, Moratti está desembolsando alrededor de 20 millones de euros por año.

Nada más que en el cuerpo técnico.

Si después también hablamos de los jugadores, no hay oligarca ruso ni jeque árabe que aguanten.

Si la crisis sigue el rumbo que muchos temen, Mourinho será nomás el último de los mohicanos.

ComentariosAñada su comentario

  • 1. A las 04:11 AM del 03 Oct 2008, M. Henry Medina Z. ó:

    Si la pregunta hubiera sido antes de la crisis financiera hubiera opinado que tales compensaciones económicas están bien, porque el único regulador es el mercado; es este caso, el mercado del fútbol... en cambio, ahora estamos mirando desde otro ángulo; que todo mercado debe tener ciertas regulaciones para que no se descontrole o desestabilice: Hay que curar en salud !!!
    Si queremos que siga habiendo fútbol y de la calidad actual o mejor; entonces, se tiene que establecer un sistema de compensaciones por competencias, con Evaluación y Valoración de Puestos, Broadbanding, Market Pricing y otras herramientas de Gestión del Talento.

  • 2. A las 10:27 PM del 04 Oct 2008, Sergio Carioni ó:

    Un poco de humildad Mr.Mourinho!!
    Reflexione,Usted es inteligente: el futbol no lo hacen los entrenadores...lo hacen los jugadores.Porque Usted se cree una Prima Donna?...Asi no terminara bien su carrera.Soy solo un amante del buen futbol.Y un critico de los autosuficientes,pesados y engreidos.Ustes cree que IBRA jugara mejor(o peor) porque Usted llego?...Vamos Mr.Mourinho,no hay nada que Usted le pueda enseniar a IBRA.Gracias!

  • 3. A las 06:38 PM del 05 Oct 2008, Francisco Vieiro ó:

    Pierde el derby, empata en Champions y Mourinho hace lo de siempre, ponerse el foco encima para proteger su vestuario.

    "Si eres mentalmente fuerte, el efecto que la gente persigue con ese sonoro abucheo, intimidarte, desestabilizarte, no hace mella. Al contrario, te fortalece. Aquel día me sentí la persona más importante del mundo y, al descargar todo eso sobre mí, se lo ahorré al equipo".

    José Mourinho.

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